viernes, 26 de noviembre de 2010

Happy Thanksgiving!


Ayer jueves, se celebró en todos Estados Unidos, el Día de Acción de Gracias (en inglés, Thanksgiving; literalmente dando las gracias). Cada cuarto jueves del mes de noviembre, los estadounidenses se reunen en torno a una mesa donde familiares y amigos comparten un gran banquete a base de pavo, salsa de arándanos y el clásico pastel de calabaza.

Esta tradición tiene su origen con los primeros peregrinos que llegaron a Estados Unidos, más concretamente, a Plymouth en 1620. Eran miembros de la iglesia separatista inglesa y, perseguidos por sus creencias, habían tenido que huir a Holanda en 1608. En 1620, decidieron zarpar hacia la colonia de Virginia, y se establecieron en Plymouth (Massachussets). El primer invierno fue devastador y la colonia perdió la mitad de sus miembros. No obstante, la cosecha de maíz de 1621 fue abundante y los que quedaban decidieron celebrarlo con una fiesta acompañados por los indígenas que les habían ayudado a sobrevivir. Según la historia, aquella primera celebración no incluyó ni el pavo, ni la salsa de arándanos, ni el pastel de calabaza, que son los platos favoritos del día de Acción de Gracias moderno.

Con motivo de esta celebración me gustaría compartir con ustedes una deliciosa receta que descubrí hace pocos días en la fantástica página de Country Living. Se trata de una reinvención del típico pastel de calabaza (Pumpkin Pie), y que espero que les guste y la hagan para el próximo Thanksgiving.


Pumpkin Spice Cake

Ingredientes del Bizcocho:
3/4 taza de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
1 taza de azúcar moreno.
3 huevos (tamaño L).
1 taza de puré de calabaza (Pumpkin Puree) * (véase Notas).
1/2 taza de buttermilk* (véase Notas).
1 cucharadita de extracto de vainilla.
2 taza de harina normal.
2 cucharaditas de levadura.
1 cucharadita y media de canela molida.
1 cucharadita de bicarbonato de soda.
1/2 cucharadita de nuez moscada molida.

Ingredientes de la Crema de Queso con Calabaza (Pumpkin Cream - Cheese Frosting):
1 paquete (220 gramos) de Queso Filadelfia a temperatura ambiente.
1/4 de taza de puré de calabaza.
1/2 taza de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
1 cucharada de zumo de naranja.
1 cucharadita de ralladura de naranja.
1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
4 tazas de azúcar glass, previamente tamizada.

Elaboración:

1. Precalentar el horno a 180ºC y preparar los tres moldes de 8 - inch (20 cm) untándolos con mantequilla y un poco de harina para evitar que se pegue el bizcocho.
2. Batir la mantequilla a velocidad media hasta que esté cremosa. Añadir el azúcar y batir hasta que este bien mezclado y cremoso. Añadir los huevos uno a uno, batiendo en cada adición, hasta que se obtenga una textura suave y cremosa. Dejar a parte. Combinar el puré de calabaza, el buttermilk y el extracto de vainilla en un bol mediano y dejar a parte. Combinar la harina, la levadura, la canela, el bicarbonato de soda y la nuez moscada en un bol grande. En tres partes, alternar la harina con la mezcla de buttermilk y con la mezcla de mantequilla, mezclando bien en cada adición.
3. Repartir la mezcla en los tres moldes ya preparados y hornear durante 35 - 40 minutos o hasta que al insertar un palito éste salga limpio. Dejar enfriar fuera del horno durante 30 minutos antes de dar la vuelta a los moldes. Mientras dejamos enfriar completamente los bizcochos, hacemos la crema de queso con calabaza.

Elaboración Crema de Queso con Calabaza:

1. Mezclar el queso, el puré de calabaza, la mantequilla, el zumo de naranja, la ralladura y el extracto de vainilla en un bol grande usando una batidora eléctrica a velocidad media hasta que este suave. Añadir el azúcar glass poco a poco y continuar batiendo hasta que esté la mezcla brillante y cremosa, alrededor de 5 minutos de batido.

Montaje del Pastel:

1. Poner un bizcocho en el plato de presentación, añadir un tercio de la mezcla de queso y repartir bien por toda la superficie del bizcocho. Repetir con la segunda y tercer capa. Servir o conservar en la nevera hasta 4 días.

Notas:

*Buttermilk: El buttermilk es como un yogur cortado y se usa mucho en la cocina americana. Lo he visto en ocasiones en algunos supermercados españoles pero puedes elaborarlo en casa. Únicamente, tienes que coger la medida que diga la receta de leche y añadir 1 ó 2 cucharadas de zumo de limón o vinagre, dejar reposar como mínimo 5 minutos y ¡ya está! Tienes listo tu propio buttermilk casero.
*Puré de Calabaza (Pumpkin Puree): En Estados Unidos y en ciertos supermercados especializados españoles (The American Store y Taste of America) puedes conseguir en lata el Pumpkin Puree ideal para hacer esta receta o la clásica Pumpkin Pie. No obstante, puedes elaborarlo en casa. Precalientas el horno a 180ºC, limpias la calabaza de las pepitas (que puedes utilizarlas para asarlas y comerlas solas), cortas en grandes trozos la calabaza, los envuelves en papel de aluminio y lo pones en el horno hasta que esté blando, entre 45 minutos y una hora. Una vez esté frío, escachas la calabaza con un tenedor o la bates con una batidora si quieres una crema más ligera. Y, listo ya tienes la auténtica Pumkpin Puree.



Happy Thanksgiving!!!

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Bye, bye Cambridge




Me gustaría pediros mil disculpas por tener el blog tan abandonado, pero creo que estoy justificada y podréis perdonarme ;-) Este último mes ha sido muy movido para mí, ya que al final, después de mucho pensarlo, meditarlo, discutirlo con propios y extraños, he dado por concluida mi aventura en Inglaterra y he vuelto a mi ciudad. Aunque espero que no sea un adiós definitivo ya que he hecho grandes amistades allí y es un país realmente único y que nunca olvidaré, por lo que intentaré volver, aunque sea por vacaciones...

Pues eso, hace apenas 1 semana que he vuelto a mi ciudad y, aunque pueda parecer difícil de entender, ya echo de menos Cambridge, mi vida allí, mi casita, mis amigos, ... ¡Hasta echo de menos la lluvia! Nunca antes había disfrutado del otoño en todo su esplendor y me encantaba ver como las hojas iban cambiando de color a medida que pasaban los días tornándose completamente naranjas, marrones o rojas y se iban cayendo de los árboles llenando las calles y los parques de una inmensa alfombra multicolor.


Desgraciadamente, con estos sentimientos de añoranza no me veo con fuerzas para escribir, mi inspiración está triste y melancólica. Sinceramente, espero que esto se pase y con la llegada de la Navidad mi ánimo esté algo mejor. ¿Algún consejo para superar esta etapa tan deprimente?

Como bien indicaba René Descartes: El que emplea demasiado tiempo en viajar acaba por tornarse extranjero en su propio país. ¿Os habéis sentido alguna vez así?

Sin embargo, intentaré ir pensando algo para escribir próximamente..., ¿alguna sugerencia?


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